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domingo, 5 de diciembre de 2021



 

 Relaciones de la Psicología con las Neurociencias y la Biología



 Unas reflexiones muy lúcidas de Mario Bunge en un tema de enorme trascendencia







”Apliquemos las ideas precedentes a la relación  psicología-biología. En lo esencial hay dos maneras de concebir esta relación : el autonomismo y el reduccionismo. El autonomismo biológico es la visión clásica según la cual la psicología es una ciencia independiente que no debe nada a ninguna otra ciencia. Esta visión ha sido defendida no solo por mentalistas tales como Maine de Biran y Freud, sino también por conductitas tales como Suppes. La razón de este último por sostener que la psicología es una ciencia tan fundamental como la física estriba en que ‘las teorías psicológicas más importantes son en  parte independientes de la fisiología y de la biología’. Suponiendo que esto sea cierto, sólo sugeriría que , hasta ahora, la psicología no se ha sustentado en la biología; pero el futuro no tiene por qué imitar al pasado…

   En cuanto a la tesis reducionista, se presenta en dos grados de fuerza. La tesis reduccionista fuerte, o biologismo en el campo de la psicología, afirma que la pscología debe terminar por convertirse en una rama de la biología, como la genética o la biología celular, y que no tiene necesidad de conceptos, hipótesis ni métodos específicos. Es evidente que esta tesis no tiene vigencia hoy en día, pues la psicología actual emplea una gran cantidad de conceptos, tales como los de soñar y pensar, que, en sentido estricto, son extraños a la biología, aun cuando se encuentren en proceso de biologización. De tal suerte, el reduccionismo epistémico radical todavía es sólo un programa. La cuestión reside en saber si ese programa se podrá llevar a la práctica. . Veamos.

   No cabe duda de que la biopsicología, por impulso propio, tiende a reducir todos los conceptos psicológicos a conceptos neurobiológicos. Sin embargo, de ello no se sigue que todas las hipótesis psicológicas puedan seguir la misma suerte. Hay una razón para sostener que algunas de ellas no serán jamás reducidas a proposiciones biológicas: la de que gran parte de la psicología estudia animales sociales. Y la biología no suministra conceptos sociológicos, tales como los de cultura, hacinamiento o conducta antisocial, necesarios para explicar ciertos aspectos de la conducta y la mente. A este respecto, la psicología es muy diferente a la genética o la biología celular que ocupan, sin discusión, el centro de la biología. Sólo cabe esperar que la psicología desplace hacia la periferia de la biología y, más particularmente, hacia la intersección de biología y ciencia social. Ilustremos este punto con un ejemplo.

   Piénsese en esta proposición: ‘El hacinamiento extremo aumenta el nivel de las hormonas adrenocorticales, lo cual incrementa el estrés, que , a su vez favorece la conducta antisocial ‘. Esta generalización  (que vale más para las ratas que para los humanos) contiene el concepto de conducta antisocial. Este concepto es irreductible a la biología; más aún es de índole cultural. Ciertamente, cabe esperar que el mecanismo por el cual el hacinamiento altera la conducta social se desvele algún día, con la ayuda de la neuroendocrinología. Sin embargo, dado que lleva implícita una conducta social desviada o perversa, su estudio reclama la cooperación de los científicos sociales. A este respecto, el psicólogo está en la misma situación que el médico de cabecera: ambos deben tener en cuenta las circunstancias sociales de sus pacientes. En resumen, aun cuando la conducta y la vida mental son fenómenos biológicos, a menudo están condicionados socialmente, por lo cual no los puede estudiar únicamente la biología. Por esta razón, el reduccionismo biológico no puede ir más lejos en psicología. Es más aconsejable adoptar el reduccionismo biosociológico.

   Fomentar la inclusión de la psicología en la intersección de la biología (en particular la neurociencia) y la ciencia social (en particular la sociología) no equivale a estimular la desaparición de la psicología sino el fin de su pretendida independencia. La plena inclusión de la psicología en la intersección  de biología y ciencia social sólo puede fortalecerla. Hay precedentes históricos instructivos. Por ejemplo, la astronomía y la meteorología fueron disciplinas autónomas durante siglos y terminaron por llegar a un punto en que ya no podían seguir avanzando debido a su divorcio de la física, la única que podría proporcionar los mecanismos subyacentes a los fenómenos astronómicos y meteorológicos. Como capítulos de la física, las dos ciencias se expandieron extraordinariamente : la astronomía, en el siglo XVII, la meteorología, en el XIX. .."

 

  

 

         Mario Bunge,(2013) , Filosofía de la Psicología”, México, Siglo XXI.






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